Una tendencia que nos envuelve en nuestro paÃs es el de rotular personas. Cuando rotulamos una persona nos olvidamos de la persona y del individuo para ver el rótulo y juzgarlo.
Mackartie (no sé si asà se escriba), rotulaba a la gente de comunista y les destruÃa la vida. Pero a esos puntos estamos llegando aquà en Colombia, con un agravante y son la multiplicidad de agentes armados en esta guerra.
Aquà una gente que se hace llamar OCVGC monta una página sobre datos crÃticos de la guerrilla. Alguien la lee y los tacha de paras.
Un conocido colaborador de este grupo suele colocar artÃculos de prensa donde militares y paras salen mal librados y más de medio grupo tacha a Coreya de guerrillero.
Hay una realidad y es que nos estamos matando entre hermanos porque vivimos en un mundo de intolerancia armada. Esa intolerancia parte de rotular a los demás cuando no piensan como nosotros.
Ahora nos acercamos a un paro cÃvico. Hay una escalada de violencia reflejada en petardos a corporaciones, sedes sindicales, patrullas de policÃas, etc. Y aunque muchas veces la rabia me lleva a pensar que deberÃa empuñar las armas para defender lo mÃo y mis ideas soy conciente que no lo voy a hacer y no por cobardÃa sino porque la mejor forma de defender mis ideas es vivir acorde a ellas.
Antes de rotular a las personas debemos escucharlas. Es nuestro deber también hacerles caer en sus contradicciones asà como debemos estar dispuestos a escuchar que nos contradigan. Yo no creo en la violencia como solución y la violencia comienza con la rotulación.
Yo no creo en la violencia como solución. Ni la violencia de la clase dirigente que sin armas pero con corrupción y leyes acomodadas ejerce contra el pueblo. La violencia de un Banco de la República que pretende bajar la inflación a punta de crisis económica. La violencia de la guerrilla que mata al mismo pueblo que dice defender y acaba con el futuro del campo y del paÃs. La violencia de los paramilitares que se autodefienden matando lo que la guerrilla deja en pie. La violencia de un ejercito que se siente legalmente acorralado y decide asà saltarse la legalidad de cuando en cuando. La violencia del raponero que toma por la fuerza lo que cree que la sociedad le negó. La violencia del conductor que sabe que está en su vÃa y estrella su carro contra quien no sabÃa que la luz roja era para parar.
Yo no apoyo ninguna de esas violencias ni ningun otro tipo de violencia. Ni la violencia de andar por ahà rotulando a la gente sólo porque no piensa como yo.
tal vez yo soy más pro- que anti-estado y bajo esa premisa no participaré en el próximo paro cÃvico y no faltará entonces quien me rotule de indiferente, o de para, o yo que sé de qué. Pero creo que si tengo una esperanza de cambiar el sistema desde el sistema, puedo hacer de este mi propósito de vida.
Por el momento mi meta es vivir acorde a mis principios.
— Carlos Th ================================O=O===== Chlewey Thompin http://www.geocities.com/Paris/Rue/9028 ----------------------------------------
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