Uno de los consejos que he recibido en estos últimos dÃas es que debo regresar a mis raÃces. Lo ha dicho una de las personas que más me ha marcado en mi vida, que más ha influido en mà y a quien yo más admiro. Y no es sólo porque sea mi padre.
La pregunta, sin embargo, es cuáles son mis raÃces. En alguna época de mi vida me destaqué por las matemáticas. Nunca fui un estudiante ejemplar, pero mi facilidad y luego pasión por las matemáticas me hicieron destacar, viajar y triunfar. Lo intenté más tarde, pero coyunturas de mi vida laboral se convirtieron en un obstáculo para algo que entonces me seguÃa gustando pero que no me apasionaba del mismo modo.
Aun quiero seguir con las matemáticas. La pasión no será la misma que en mi adolescencia pero sigue ahÃ, pero hay otras pasiones que también han surgido, que han aflorado.
Tengo una necesidad imperiosa de dar de lo que sé —desafortunadamente no es una necesidad que se manifieste en una actitud activa. Participaba en alt.usage.spanish, me hice bibliotecario de la Wikipedia, y he coqueteado con la docensia por este motivo. Tal vez sea también una cuestión de ego (¿qué blogger no lo tiene?), pero en últimas más que una cuestión de créditos, es una cuestión de querer sinceramente que este sea un mundo mejor gracias a lo que pueda aportar.
Pero lo que puedo aportar en un newsgroup, o una enciclopedia virtual, o un blog eclectico, no es realmente mucho, pero, particularmente, no es algo que retribuya a la fuente de una forma que la fuente pueda vivir tranquilamente y sacar adelante una familia.
En los últimos tres meses (desde antes, incluso) he tenido que replantearme todo el concepto de quién soy y qué quiero hacer para lograr los objetivos materiales y espirituales de mi vida y los de mi familia. Que haya tenido que replanteármelos no significa que lo haya hecho de forma consistente y tan solo flashes de lo que quiero es lo que he logrado.
Una de ellas es que tengo que replantear completamente mi carrera profesional. Salà de la universidad a convertirme un técnico de soporte; y creo que desde un principio fue claro que el soporte técnico no era mi vocación pero pasé siete años de mi vida profesional en esa labor. Hoy en dÃa esa es la experiencia profesional que tengo para mostrar, y replantear mi carrera implica comenzar desde el principio. Pero ya tengo 36 años, una familia y muchas deudas. Laboralmente soy viejo y costoso para un empleador, salvo que tuviera referencias profesionales y experiencia que no tengo.
Asà que tengo que regresar a mis raÃces. Tengo que buscar mis raÃces. ¿Son mis raÃces las matemáticas? ¿o es cuestión de buscar mis nuevas pasiones?
Las matemáticas siguen siendo una pasión, pero una pasión que aún no sé como monetizar, comenzando porque los únicos estudios formales de mátemáticas como carrera fue una maestrÃa que comencé y nunca terminé.
La otra pasión que mencioné es el dar intelectualmente. Es poder dar de lo poco que sé y de lo que puedo analizar, para que otros puedan aprender y mejorar sus propias vidas. Desafortunadamente otra de mis frustraciones profesionales ha sido la docencia, tanto por no poder ejercerla como por no haber sido un excelente comunicador cuanto pude intentarlo.
La tercera pasión es la polÃtica. Soy uno de los muchos niños que soñó con ser presidente, pero ciencias sociales no era mi fuerte, asà que ganó la ingenierÃa cuando escogà mi carrera. Hoy sigue importándome qué pasa y qué posición, crÃtica o no, puedo tomar ante los distintos temas de actualidad nacional e internacional.
Por eso participé opinando en las marchas del 4 de febrero y seguà opinando en el grupo de Facebook en el que se gestaron hasta que resulté incómodo a la versión de la realidad que ahà querÃan mostrar. Por eso la mitad de las entradas en este blog trata de temas polÃticos mientras no hay entradas de temas ingenieriles. ¿Puedo buscar mis raÃces obviando que soy un animal polÃtico?
Pero la polÃtica, tal cual la estoy ejerciendo, tampoco me aporta económicamente.
Ya es hora de que tome mis pasiones y empiece a exprimirles el jugo. A buscar mis raÃces y lograr que ellas sean el sustento de mi vida y de la de mi familia.
Asà que si crees que yo alguna vez te he dado algo, comienza por enviarme un dólar.  (O al menos un dólar virtual en forma de un abrazo virtual.)
He dicho.
3 respuestas a “Buscando mis raÃces”
Vale por un dolar !
Otro dólar por las chocolatadas con historias de la civilización tolteca y otros cuentos a mà y a todos los amigos de parranda de Luchis que tenÃamos que esperar hasta que fuera hora de ir a coger el ejecutivo!
InteresantÃsimo el artÃculo, me sirve mucho ahora que estoy aprendiendo sobre finanzas. Gracias!