Mira, mamá, ya soy un gurú de Twitter y doy consejos


Las distintas plataformas de red social en Internet, por concepción o características de diseño tienen diferentes vocaciones.  Facebook es el lugar para mantener en contacto tus amigos y familia.  LinkedIn para establecer tus relaciones profesionales.  Badoo (entre muchas otras) para encontrar nuevos amigos.  Wikipedia para construir colectivamente conocimiento.

Twitter, básicamente, es un lugar para obtener y difundir información variada en pequeñas cápsulas.

Estas vocaciones de las distintas plataformas no impiden que puedan usarse de formas novedosas y creativas.  Muchas personas han hecho nuevos amigos a través de Facebook, o tienen su cuenta allá para hacer negocios y difundir información en una red de amigos o de fans.  Twitter no es la excepción.  Entre las personas que sigo por medio de Twitter veo que hay una gran actividad social desarrollándose, más allá de difundir u obtener información.

Así, que si aun te preguntas qué puedes hacer en Twitter, o incluso si llevas un tiempo y quieres replantear tu uso, puedes seguir estos consejos, tan libre o al pie de la letra como quieras.  Todo lo que yo diga aquí está abierto a controversia, pues al fin y al cabo yo no he sido más que un observador que no se las sabe todas, y un partícipe con su propio sesgo.

Así que comenzaré con la regla #1.

Regla #1: Twitter no tiene reglas. Todo consejo que doy acá no es más que un consejo el cual eres libre de seguir o ignorar, y siempre habrá quien haga todo lo contrario al consejo y lograr creativamente resultados.

Bueno, con la primera regla clara lo primero que tienes que preguntarte es qué tipo de usuario quieres ser.  ¿Quieres usar tu cuenta en Twitter para un propósito profesional o más bien personal? Los propósitos profesionales incluyen las cuentas institucionales, las cuentas personales de quienes tienen su propio negocio y quieren desarrollarlo por Twitter a nombre propio, o las cuentas personales de quienes quieren cuidar su imagen profesional, aún cuando no usen Twitter directamente para su negocio.  Los propósitos personales son aquellas donde te interesa más la sociabilidad de la plataforma o, simplemente, mamar gallo.

Claramente si tu propósito es profesional debes tener más cuidado con usar correctamente Twitter y romper las reglas sólo cuando estés seguro de que experimentar vale la pena para tus propósitos.  Si tu propósito es más personal, lo importante es que te sientas cómodo, aunque escuchar consejos y decidir si los sigues o no tampoco hace daño.

La segunda pregunta, que es crucial cuando tu propósito es profesional, es ¿quieres usar Twitter para difundir o para obtener información o una combinación de ambas?, y acto seguido pregúntate ¿Qué nivel de interacción quiero? Estas preguntas no sobran para cuentas de propósito personal.

Por ejemplo, si eres el encargado de Twitter de un medio de comunicación o de un blog profesional ya establecido, tal vez sólo te interese difundir información (p. ej. los titulares de las nuevas notas con un link a la nota respectiva) y no necesites mayor interacción.

Si eres un candidato en campaña política, tu interés principal podría ser difundir el programa y las actividades de la campaña, pero puede convenir crear un espacio para escuchar inquietudes y responder dudas específicas sobre la campaña y el programa.

Por otro lado, si eres un diseñador o programador de web, tu interés profesional requiere que te enteres de las últimas novedades y crear una red de profesionales afines con quienes despejar dudas.  Aquí eres, principalmente un consumidor de información que busca amplia interactividad.

O simplemente buscas la sociabilidad.  La información que buscas es cómo se encuentran otras personas para compartir tus inquietudes personales.  La interacción aquí es el eje de tu presencia en Twitter.

Muy probablemente no seas un único tipo de usuario.  Puedes partir de ser simple promotor de tu propia información y volverte más interactivo si descubres que hay un potencial o un gusto por escuchar a los demás y darles respuestas.  O puedes combinar una labor profesional propia con elementos de sociabilidad.

Regla #2: Entiende por qué sigues a quienes sigues.  Cuando sigues a alguien en Twitter, esto se refleja técnicamente en dos aspectos.  Verás lo que esa cuenta dice dentro de tu flujo de datos (timeline o línea de tiempo), y le permitirás a esa persona que te envíe mensajes directos.  Pero seguir también tiene otros aspectos más sociales: das importancia a la persona que sigues y lo estás invitando a que te siga.  Estas dos cosas no son necesariamente ciertas.

Si tu intención es obtener información, claramente si sigues a muy pocos usuarios recibirás pocas fuentes de información, pero si sigues a demasiados, no será práctico.  También es clave saber a quienes sigues.  Sí sólo te interesa seguir a los principales diarios o a ciertos blogs, tal vez Twitter no sea tu mejor herramienta sino un agregador de feeds: obtienes mejor información por cada entrada, que un titular machacado para caber en 140 caracteres.  Un posible consejo si apenas estás comenzando: busca las cuentas personales en Twitter de tus blogueros favoritos y síguelas.  Por lo que ellos dicen y con quien ellos interactúan regularmente puedes descubrir qué otros usuarios reportan información relevante y empezar a seguirlos.

Si tu intención es divulgar información y ya eres un medio establecido, o un artista famoso, no es necesario hacer mucho.  Primero empieza por decir cosas interesantes.  Luego puedes usar los servicios de búsqueda de Twitter para ver quiénes podrían estar interesados en lo que dices, y empiezas a seguir a un puñado de ellos pero que parezcan tener influencia.  Aquí usas la táctica de seguir a modo de tarjeta de invitación, pero con la esperanza de que estos usuarios empiecen a hablar de ti o de tu medio, empiecen a retwittear lo que dices y a promocionarte.  A partir de ahora depende de tu estrategia de interactividad, para determinar a quién más seguir.

Si quieres divulgar información pero no eres tan reconocido, básicamente inicia de una forma similar a la anterior, pero incluso si no te interesa la interactividad debes continuar siguiendo nuevas cuentas para garantizar tu visibilidad.

Cada cuenta que sigues te representa una serie de tweets en tu flujo de entrada, y necesitarás tiempo para leerlos todos.  Si sigues a una veintena de usuarios personales, tal vez con media hora al día o cinco minutos cada hora puedas enterarte de todo lo que dicen.  Si sigues a diez mil usuarios, es imposible leer todo lo que dicen en tu flujo de entrada.  A partir de qué número se vuelve inmanejable el flujo de entrada depende de qué tan activos sean tus seguidos y cuanto tiempo puedas disponer.  También depende de qué tan rápido puedas reconocer mensajes que no te interesan sin terminarlos de leer.

Hay varios tipos de filtros que te permiten hacer manejable lo inmanejable.  Integrado dentro de la misma plataforma de Twitter están las listas.  Puedes crear una lista de los usuarios que siempre te interesa leer, otras de los usuarios que lees cuando buscas información de un tema específico. Cuando tienes un tiempo extra puedes leer todo lo último que han dicho en tu flujo principal de entrada, pero la mayor parte de las veces sólo lees las listas.

Herramientas como TweetDeck permiten crear columnas donde filtras palabras claves para ver o no ver lo que te interesa.

En una estrategia de difusión, al final puedes optar por distintas estrategias de seguimiento:

  1. Sigues a nadie o a muy pocos.  Esto sólo funciona si ya eres una fuente establecida de información relevante para tus seguidores.   No das vanas ilusiones de que te interesan leer todo lo que dicen tus seguidores.  También puedes hacer creer que te crees una diva.
  2. Sigues a varios, pero definitivamente muchos menos de quienes te siguen.  Esto suele indicar que estás interesado en lo que dicen ciertas personas, por ejemplo, que estás buscando información al tiempo que difundes la tuya.  Con seguridad también creeran que te crees una diva.
  3. Es similar el número de personas que te siguen a las que sigues, y los números de seguidos parecen manejables.  Bueno, esto significa que aún no eres un faro de información, pero con seguridad los que te siguen creerán que eres una persona interesante.
  4. Números similares, pero inmanejables: los usuarios novatos podrán creer que los tienes en cuenta, pues los sigues, pero no nos engañemos: es imposible que sepas lo que ellos dicen cuando no se dirigen a ti.  La ventaja es que estás permitiendo que tus seguidores te envíen mensajes directos, lo que no sucede en los dos primeros casos.

Si te siguen varios miles de usuarios, tu principal labor es de difundir información, pero te interesa la interactividad, a la hora de la verdad no importa a cuantos sigan sino si tienes en cuenta a quienes se dirigen a ti.

Desafortunadamente si eres una celebridad de la farándula, los deportes o la política, muchas de las veces que te mencionan no se dirigen realmente a ti, así que es importante filtrar todos esos mensajes que no esperan respuesta de aquellos que sí.  Si son muchos, y así tú quieras twittear personalmente, posiblemente necesites contratar a alguien que te indique qué debes o no debes contestar.

Regla #3: Prueba que escuchas. Aún cuando tu estrategia no requiera interactividad ocasionalmente te harán una observación respetuosa encaminada a que mejores algún aspecto de tu comunicación.  Aunque pongas tu diario o tu blog de 100 entradas diarias a cargo de un bot que se limite a replicar tu feed, de vez en cuando revisa las menciones (sobre todo aquellas que inician con tu arroba) para saber si hay algo que te ayude a mejorar y aunque no tengas tiempo para mejorarlo, agradece.

Desde luego que si tu estrategia se basa en tener mayor interacción, muestra que estás pendiente de lo que te dicen y responde toda solicitud o mensaje que te hayan hecho con respeto.

Adicionalmente: siempre que preguntes algo, revisa quién te contesta, y agradece la respuesta.  No es sólo un acto de cortesía, es que ese usuario que te contesta es alguien que puede aburrirse de escuchar lo que dices si no siente que lo tienes en cuenta.

Desde luego hay ocasiones en las que no es práctico responder individualmente.  Un mensaje al aire donde expreses tu gratitud a todos los cientos de usuarios que te respondieron podría ser suficiente.

Regla #4: No te olvides del contenido. Quienes te siguen lo hacen porque les representas algo.  Si no son bots de spam, o cuentas de difusión nuevas, generalmente eso que representas es un contenido de calidad.  Mantén esa calidad.

Por calidad no me refiero necesariamente a que todos tus tweets sean trascendentales o importantes, sino que sea el tipo de material que esperan los que te siguen.  Si tu uso es más social que profesional, está bien que cuentes cómo te fue en el día, qué estás comiendo o que te duele la cabeza.  Entre más sincero parezca lo que dices, mayor calidad tendrá eso que dices.  Pero si tu uso es más profesional, tu medida de calidad será acorde.

Si tu interés es difundir información al mayor número de usuarios, es más efectivo cuando esos usuarios son receptivos a tu información.  Muéstrales qué tipo de información tienes para ofrecer y si están interesados te seguirán para obtener más información.  No esperes que con sólo tu nombre se vuelvan adictos a lo que tienes que decir, a menos que sepas, desde luego, que no tienes mucho para decir y que tu nombre es tu mayor activo.

Si tu interés es obtener información de una forma activa, es necesario que quienes puedan responder escuchen tus preguntas, y para ello es bueno dar algo a cambio: comparte tus propias experiencias en el área y crea así una audiencia.

Desde luego, si sólo eres un stalker de celebridades, pues no es necesario que digas nada, o no tienes que cuidar qué dices, pues lo importante aquí no es quién te sigue sino a quién sigues.

Regla #5: Determina si realmente necesitas un candado. Si tu cuenta tiene un propósito profesional de difusión o de búsqueda activa de información, definitivamente es mala idea proteger tus tweets.  Si te interesa interactuar con personas desconocidas, es mejor que dejes tu cuenta abierta.  Pero si tu propósito es más social personal y quieres tener la libertad de quejarte de tu jefe ante tu séquito de seguidores el candado es necesario.

Si aún no estás seguro de para donde quieres ir, pero tu propósito es profesional, es mejor que tengas tu cuenta abierta (sin proteger tweets) y te asegures de no decir nada de lo que deberías arrepentirte.

Si tu propósito es más personal y social, pero aún no sabes bien qué tipo de cosas querrás decir, puedes jugar con proteger o desproteger tu cuenta hasta encontrar de qué forma te sientes más seguro.

Generalmente una cuenta abierta atrae más seguidores.  Tanto seguidores legítimos (personas que se interesan en lo que dices) como bots de spam.  Pero también te puede leer tu jefe actual o futuro, tu ex novio, o personas que no quieres que se enteren de lo que dices.

Primero no te preocupes si te sigue una cuenta de spam.  La cuenta de spam sólo será molesta si tú la sigues.  No es necesario siquiera que te preocupes de bloquearla.

Básicamente la única razón para proteger tu cuenta es porque piensas decir algunas cosas personales y quieres estar seguro de quién te lee.  Pero esto sólo funciona si estás seguro de quién te lee.  Cuando decidas proteger tu cuenta es conveniente que hagas una purga de seguidores.  Y cuando te interese tener más de 500 seguidores olvídate que tienes control en cada uno de ellos: no te ilusiones con el candado, no sirve para nada, mejor deja abierta la cuenta.

Regla #6: Reduce el spam a su mínima expresión necesaria. Hay dos tipos de spam en Twitter: que te la pases promocionando algo, o lograr que los demás te promocionen a ti.  Si sólo promocionas algo corres el riesgo de que te bloqueen o ignoren.

Claramente la cuenta @cocacola promocionará a la marca Coca Cola.  Esto no es spam.  Quienes siguen a @cocacola es porque están interesados en Coca Cola.  Pero si la cuenta @marilynjoe se crea para seguir a muchos usuarios con la esperanza de que sigan un vínculo a Enlarge Your Penis, entonces eso sí es un spam descarado, y muy probablemente será bloqueada y cerrada por denuncias de los usuarios.

Si tu interés es promocionar un producto, hazlo lo más abiertamente posible y no por medio de tácticas subrepticias.  No lo hagas desde una cuenta que pretende ser de una persona haciendo contactos personales con otros twitteros, sino desde una cuenta creada para el producto en mención.

Pero si lo vas a hacer subrepticiamente hazlo bien.  Sólo que eso requerirá mucho trabajo.  Dí cosas interesantes además de la promoción de tu producto, de tal forma que la promoción de tu producto parezca ser una más de las cosas que tienes que decir.  El problema es que a la larga te termines enviciando al aspecto social de Twitter y te olvides de tu producto.

Un spam más efectivo es logrando que los demás twitteros hablen de ti.  La forma más fácil es crear concursos en los cuales los usuarios tengan que repetir tu marca para ganar un premio.  El problema es que esto también genera cierta alienación hacia tu marca.  Más trabajo es lograr que mencionen tu marca junto a contenidos de calidad, por ejemplo con datos trivia sobre la industria bajo la cual se enmarca tu producto.

Desde luego que la calidad percibida del producto permita que unas estrategias sean mejores que otras: Sipote Burrito puede salirse con la suya haciendo concursos de spam mientras que si quieres promocionar un substituto genérico al Viagra, te reportarán como spam de una, por ingenioso que quieras ser.

Regla #7: Diviértete. Si tu cuenta es personal, aun cuando haya un propósito profesional en ella, tú estás en Twitter porque te sirve y te gusta.  Si tienes que usar Twitter profesionalmente, también puedes usarlo para desahogarte por medio de una cuenta personal.  O no.

Si quieres crear una red de amigos nuevos diferentes en perfil a los que puedes encontrar en Facebook u otras redes similares, en Twitter puedes intentarlo.  Hay mucha gente de distintos perfiles que estará interesada en seguirte.

Si tienes espítitu de troll, trolea.  Si quieres trolear pero quieres proteger tu imagen profesional, crea un alterego y trolea desde allí.

Si sientes que tienes chispa y que le puedes sacar apuntes a cada situación: con seguridad que podrás encontrar una buena audiencia en Twitter y podrás alimentar tu ego con los retweets que recibes.

Si eres feliz contando tus cuitas Twitter es perfecto: te escucharán un conjunto de personas que será lo suficientemente cercano para escuchar pero no tanto como para que te de pena.

Sigue a quienes digan algo que tú quieras escuchar y a tantos como tu creas que puedes manejar.

Responde lo que te dé la gana responder, sea que te pregunten o no.

Muestra tu lado más obscuro o tu lado más sublime: el que te divierta más mostrar.

Pon candado.

Quítalo.

Participa en las rifas que quieras, así tus seguidores amenacen con dejarte de seguir.

Cuida a tus seguidores.

Sorpréndelos.

Búrlate de ellos.

Diviértete.


4 respuestas a “Mira, mamá, ya soy un gurú de Twitter y doy consejos”

  1. Muy bueno tu post, mucha coherencia en lo que escribes.
    Regla #1: Twitter no tiene reglas. Todo consejo que doy acá no es más que un consejo el cual eres libre de seguir o ignorar –> Genial.
    Felicitaciones, sigue adelante con el Blog. Saludos

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