Cuando empezó a sonar la reelección de Uribe, impulsada por declaraciones de la entonces embajadora en España Noemà SanÃn, Juan Manuel Santos se confesaba como uribista pero contrario a que se hicieran reformas constitucionales a nombre propio. En otras palabras se confesaba contrario a la reelección de Ãlvaro Uribe. Pero una vez aceptada la reelección por el Congreso y la Corte Constitucional, Santos atendió el llamado de Uribe de formar un partido polÃtico que recogiera a los liberales que apoyaban a Uribe (y que no quisieran adherirse al entonces existente Cambio Radical). Santos pasó asà de antirreeleccionista a jefe del partido de la reelección: el Partido Social de Unión Nacional o Partido de la U.
El premio por su labor: el Ministerio de Defensa.
Un paréntesis.
En Twitter y en Facebook he preguntado a mis amigos y seguidores de qué nos han servido los cuatro años adicionales de Ãlvaro Uribe Vélez, y como única respuesta he recibido algunos like. Ninguno de mis uribistas amigos se atrevió a contestar.
Hay un punto para el cual sirvió el segundo cuatrenio: romper la esperanza de las Farc de que el chapuzón del gobierno de Uribe se pudiera aguantar con permanecer cuatro años en repliegue estratégico. Pero creo que esto lo hubiera logrado también un sucesor de Uribe y sin tanto desgaste. En 2006 el sucesor de Uribe tenÃa nombre propio: Germán Vargas Lleras.
Uribe llegó al poder en 2002 con varias banderas. La más conocida era su lucha contra las Farc, pero también querÃa impulsar un saneamiento de la polÃtica. Amenazaba con reformar el Congreso y tranzó con los congresistas que el Congreso seguirÃa funcionando sin necesidad de que se intercambiaran puestos o se otorgaran otras prevendas.
Pero llegó el embeleco que la reelección y con ello a las prácticas de intercambiar favores en el Congreso con favores del ejecutivo con los congresistas. La bandera del saneamiento polÃtico se escondió discretamente mientras que los defensores de turno del gobierno explicaban que era necesario transar con el Congreso por aquello de la Realpolitik. Igual no importaba, los triunfos de la polÃtica de la Seguridad Democrática (su lucha contra las Farc) hizo que los electores pasados olvidaran su doble promesa y se enfocaran sólo en la primera. A Uribe lo eligieron en 2002 por su postura fuerte contra las FARC y porque pretendÃa sanear la polÃtica. En 2006 aquello de sanear la polÃtica era apenas una promesa incómoda que era mejor esconder, por que al fin y al cabo la culebra seguÃa viva.
En el primer cuatrenio de Uribe, la capacidad operativa de las Farc se vio seriamente golpeada. Todas las cabeceras municipales habÃan sido recuperadas en nombre del estado constitucional. Sólo faltaban los golpes contundentes, pero el verdadero trabajo ya estaba hecho.
Entre los posibles candidatos de 2006, algunos prometÃan continuar la polÃtica de seguridad. Sin duda Lleras lo hubiera hecho. Pardo también era afÃn (a pesar de las falsas acusaciones, ventiladas por Santos, de vÃnculos con las Farc). Serpa ya habÃa prometido mano firme contra las Farc en 2002. Sólo en el naciente Polo Democrático Alternativo habÃa una postura de replantear la seguridad democrática. Carlos Gaviria, candidato del Polo, resultó favorecido con el segundo puesto lo que hizo a muchos asustar con era indispensable que Uribe se hubiera lanzado, pero gran parte del triunfo de Gaviria fue haberse enfrentado a Uribe. Estoy casi seguro que si Uribe no hubiera sido candidato en 2006 hubiera ganado un candidato de lÃnea dura frente a las Farc.
A Uribe sólo le faltaban los golpes contundentes. Y estos llegaron durante su segundo cuatrenio con Juan Manuel Santos a la cabeza del Ministerio de Defensa. Con esto se cierra el paréntesis.
Juan Manuel Santos lo que hizo fue cosechar el trabajo del primer cuatrenio de Uribe, y no sin poner en jaque algunos aspectos del gobierno uribista.
Primero, sus posiciones como columnista, le trajeron un inmediato recelo del gobierno venezolano quien casi rompe relaciones con Uribe sólo por haber nombrado a Santos ministro de defensa. (Igual esto no es culpa de Santos ni de Uribe, Chávez siempre tuvo una relación de amor y odio con Uribe: odio en los micrófonos y amor tras cada encuentro personal entre los dos mandatarios.)
3 respuestas a “#antesdeuribe Santos ya era Santos”
Éstas son no mis asombrosamente más, sino gracias.
[…] Juan Manuel Santos.  Una persona que viene preparándose para ser presidente desde mucho antes que Uribe.  Lejos de haber sido mi candidato favorito, hay cosas en lo que ha hecho hasta ahora […]
[…] Santos aprovechó en 2010 el posicionamiento uribista, Santos no se debe exclusivamente a Uribe. Santos tiene un gran historial polÃtico antes del uribismo. Santos no serÃa un tÃtere de Ãlvaro Uribe y por ello el distanciamiento. Pero en muchos […]