#antesdeuribe Santos ya era Santos


Siento que mis amigos más uribistas, así como a mucha de las personas que leo en Twitter y otros foros, consideran votar por Juan Manuel Santos como la única forma de preservar el legado de Álvaro Uribe Vélez y de continuar su obra.  Finalmente ese es el posicionamiento que Santos ha querido dar a su campaña (antes y después del cambio de imagen).

Este post no va para mis amigos de la Ola Verde.  Ni para mis amigos del Polo; o quienes permanecen con el trapo rojo o azul, o que piensan en Pardo o Sanín a pesar del trapo rojo o azul.  Mucho menos para los seguidores de Germán Vargas Lleras.  Este artículo ni siquiera va para los seguidores de Juan Manuel Santos que creen en Santos por ser Santos y no por ser el candidato del uribismo.

Juan Manuel Santos apareció en mi radar cuando era Primer Designado (título que después sería reemplazado por el de Vicepresidente) durante el gobierno de César Gaviria Trujillo, presidente liberal.  Lo recuerdo en una caricatura de Osuna cuyos detalles son irrelevantes en este momento. Si hoy creemos que los vicepresidentes son figuras que no sirven para mucho y que no hacen mucho, salvo que por enredos en lo que digan comprometan al gobierno; los primeros designados eran figura más obscuras aún.  Pero ahí se veía ya a un personaje político y con ambiciones.  Juan Manuel Santos proviene de una familia de periodistas, los entonces dueños de El Tiempo, con un Presidente en su pasado.

Durante el siguiente período, Santos pasó a conformar el triunvirato que regiría al Partido Liberal, entonces en el poder con Ernesto Samper; sin embargo Santos fue crítico de Samper y aparece en algunas investigaciones y declaraciones como parte del complot que quería tumbar al presidente.  Se retiró de la dirección colegiada del partido para aspirar a la presidencia pero ante la apabullante popularidad de Horacio Serpa, fiel escudero de Samper,  retiró su aspiración y formó la organización Buen Gobierno.

Desde Buen Gobierno promulgaba la tesis de la tercera vía.  Algo así como un punto intermedio entre el neoliberalismo de Gaviria y la socialdemocracia del serpo-samperismo; y que encontraba inspiración en el gobierno laborista de Tony Blair.  El término “tercera vía” se había usado antes para designar a los gobiernos socialdemócratas que, como el de Suecia, durante la guerra fría buscaban una política social desde el capitalismo; pero ese significado se había corrido tras la caída de la cortina de hierro.

Muchos veían a Buen Gobierno como una plataforma política para proyectar una candidatura presidencial.  Su aspiración ya era clara.  Pero en esos años se presentaba a sí misma como un observatorio político.

En 2000, Santos se retira de Buen Gobierno para aceptar el Ministerio de Hacienda que le ofreció el presidente Andrés Pastrana.  No podríamos saber lo que pensaba de la contienda política que en 2002 enfrentaría a Horacio Serpa con Álvaro Uribe Vélez, pues desde el ministerio no podía participar, pero al término del mismo regresa a El Tiempo como columnista, a retomar las tesis de la tercera vía y atacar al presidente venezolano Hugo Chávez Frías por su modelo político.


3 respuestas a “#antesdeuribe Santos ya era Santos”

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