Reflexiones de movilidad


En ocasiones cuando releo este blog me encuentro con que lo que opinaba en ese entonces no es exactamente lo que sigo pensando. Eso está bien pues entre ese entonces y hoy han ocurruido nuevos sucesos y he aprendido cosas nuevas.

[]He querido ponerme a hacer artículos de actualización de post viejos, y tres situaciones de actualidad me llevan a que el turno sea hoy sobre Algunas ideas para mejorar el tránsito en Bogotá.  No porque piense diferente sino, más bien, porque me reafirmo en ciertos puntos.

Primero, este jueves 3 de febrero se celebra una nueva jornada del Día sin carro, una iniciativa de reflexión sobre la movilidad ciudadana que pretendía mostrarnos que la ciudad puede funcionar sin el automóvil particular.  Aunque no ha faltado quienes quieran repensarlo como un acto ecológico, o recreativo, o una excusa para no ir a trabajar.

Segundo, hoy, 1 de febrero, unos padres de familia en respuesta a un problema particular, decidieron tomar las vías de hecho y bloquear a Transmilenio, el sistema de bus de tránsito rápido de Bogotá que es lo más parecido a transporte público masivo que tenemos, afectando a cientos de miles de usuarios.

Tercero, este 14 de febrero se vencía la extensión de la restricción vehicular en Bogotá, mal llamada Pico y placa, pues la restricción ya no se reducía a las horas pico.  Tras supuestos estudios técnicos que se basaron principalmente en el caos vehicular que se presentaba en las tardes la segunda semana de enero, las autoridades capitalinas decidieron que continuarían con la restricción de todo el día (bueno, de 14 horas) por uno o dos años más.

Estos hechos me llegan junto con una reciente reflexión de mi hermana sobre el transporte público colectivo en Bogotá.

Veo que muchas veces el tema de movilidad se reduce al trancón y se mira como principal culpable al automóvil particular.  La movilidad es la necesidad que una población tiene de desplazarse entre su lugar de vivienda, el de estudio, el de trabajo, el esparcimiento y los de aprovisionamiento, entre otros.  Adicionalmente se incluye todo lo que es el transporte de mercancías.

La movilidad personal puede realizarse a pie, en automómvil particular, en taxi, en bicicleta, en transporte público colectivo o masivo, en moto, a lomo de caballo, en carreta, en patines, etc.  La decisión que cada persona toma es una relación entre la disponibilidad, el costo y la comodidad percibida.  En la comodidad percibida juegan factores como la facilidad de encontrar dónde parquear el vehículo, las conglomeraciones, la existensia de rutas y facilidad de conexiones, el tiempo, etc.

Si es fácil parquear en la acera del frente del sitio al que te diriges, el automóvil se convierte en un medio muy conveniente de transporte puerta a puerta.  Así, el automovilista utilizará el automóvil particular en todas las ocasiones posibles y sólo mediante la prohibición explícita de usar su carro considerará utilizar otro medio de transporte.  Si el transporte público colectivo sufre de los mismos trancones que el transporte particular, disminuyen los insentivos para usar un bus en lugar de un automóvil.

En el transporte personal individual, la mejor relación costo/velocidad la suele dar la bicicleta en la mayoría de ciudades modernas, incluída Bogotá.  Sin embargo cuando una persona tiene problemas de locomoción la bicicleta no es una opción.  Y no es una opción (o no la más cómoda) cuando se transportan niños, o cuando se transportan ciertos tipos de cargas como el mercado semanal o el proyecto de clase.  Tampoco es muy cómoda la bicicleta frente a ciertos estados del clima.

No todo el mundo está dispuesto a usar la bicicleta, aun con el estado de salud suficiente para poder usarla.  El transporte público colectivo o masivo debería ser una muy buena opción.  Bien diseñado, será mucho más cómodo que utilizar vehículos individuales, y efectivamente en ciudades como Nueva York o Tokyo muchos de los desplazamientos son más rápidos y económicos utilizando un transporte público existente, ubicuo y con facilidades de conexiónes entre rutas y medios, que estar en medio de trancones por utilizar un transporte público individualizado.

Mi propuesta se mantiene: la ciudad debe diseñarse para que el transporte público colectivo y masivo funcione.  Funcione bien y sea fácil de utilizar.  Y que ese transporte público esté blindado frente a los trancones que afecten al automóvil particular.

En estos años me confirmo en la idea de que las principales amenazas a la movilidad; los principales generadores de trancón; son los vehículos mal parqueados más la gente que no sabe conducir.  Si a esto se suman taxis y buses deteniendose a dejar o recoger pasajeros en cualquier lugar, incluyendo en doble y triple línea, el tráfico será más lento de lo que debería ser.

Debería estar completamente prohibido que en una vía arteria en una hora pico un automóvil o un camión estacione al lado del andén ocupando un carril de circulación.  Y debería sancionarse con rigor cualquier comportamiento que estorbe el tránsito.  Tomando fotos y sancionando al responsable del vehículo (p. ej. el dueño, o la empresa que lo afilia) así no se pueda individualizar al conductor (el dueño del vehículo debería ser responsable por quien lo conduce).

El transporte público colectivo debe integrarse al masivo.  Debe ser conducido por verdaderos profesionales que no cometan infracciones y que respondan con su licencia cuando se equivoquen; como un médico que nunca entutelará aduciendo el derecho al trabajo cuando lo sancionen por negligencia.  Que respeten los paraderos.  Pero, también, que circulen por carriles exclusivos en los cuales un automóvil particular no puede circular y mucho menos detenerse.

Finalmente, el autmóvil particular es una libertad ciudadana.  Una libertad que conlleva responsabilidades y que requiere cierta dignidad de quien la ejerce, pero una libertad que a criterio del ciudadano puede tomar en cualquier momento.  Sin restricciones artificiales (como el pico y placa).

Tal vez quien decida utilizar su automóvil encontrará más trancones.  Pero lo hará por una decisión propia.  Porque sopesó y sus necesidades específicas de transporte le sugirieron utilizar mejor su autmóvil a caminar, usar bicicleta o transporte público.  Porque preferirá dar vueltas en medio de trancones para buscar un parqueadero más o menos cercano a su destino porque sabe que no podrá dejar el carro al frente del mismo.

Debe pensarse la movilidad como la forma de lograr que quienes quieran movilizarse lo puedan hacer.  Ofreciendo que lo puedan hacer cómodamente.  Y favoreciendo positivamente las modalidades de transporte más ecológicas o más civilmente responsables y no prohibiendo usar las modalidades legales que a criterio del alcalde no convengan.

En cuanto al transporte de carga: un detalle que sin duda favorecería mucho la movilidad es obligar que los camiones repartidores funcionen en las horas valle nocturnas.  Cuando al detenerse frente al local que van a surtir no afecten la movilidad de la hora pico.


4 respuestas a “Reflexiones de movilidad”

  1. No se qué tan loco sea pero para lo del respeto de las normas, no veo una mejor opción que la de instalar cámaras caza-infractores en la ciudad. Le llega al usuario cada año al renovar su matrícula el saldo: usted debe tanto por infracciones: aquí están los videos. Ahí está la evidencia, pague y punto. Obvio, de una forma tal que no se vuelva en un (otro) foco de corrupción.

    Se que ya está funcionando más o menos así, pues que ojalá sea un plan piloto para que se haga extensivo a todos los cruces.

    • Sin duda las cámaras es uno de los caminos a seguir. Ya es técnicamente posible y no es más que la decisión política de hacerlo y de interconectar las bases de datos necesarias para que las multas lleguen a los responsables de los vehículos.

  2. Los que hacen los estudios de movilidad en esta ciudad jamás se han subido a un bus o a un Transmilenio en hora pico, por lo cual no saben realmente como funciona. En enero el trancón era el mismo con o sin pico y placa. Pero el principal caos es por el desorden, los buses muy llenos y paran en todas partes, la gente que no respeta nada… ¿Cuándo dejan en Transmilenio salir a los que se bajan antes de abordar el bus??? nunca, yo lo he intentado y por poco me quedo por fuera o me empujan. Eso funciona como un ascensor, dejar salir primero porque si no hay espacio adentro no se puede entrar.
    Respecto al día sin carro, dirán que disminuye la contaminación… pero y la de los buses y taxis??
    Y ya no tiene ningún efecto el pico y placa porque la gente tiene varios carros, además la mayoría de los propietarios de vehículos particulares no usan nunca un bus, quizas un taxi.
    Otro aspecto importante son los muchos frentes de obras sin terminar a lo largo y ancho de la ciudad, los cuales le reducen espacio a las ya escasas y limitadas vías de Bogotá… alguien recuerda hace cuanto que contruyeron alguna vía importante??? Han pasado años sin nuevas vías y la ciudad sigue creciendo.

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