
Colombia tiene 268 representantes para 45.000.000 de colombianos. Esto es que tenemos un representante por cada 170.000 habitantes. Es un número relativamente bajo frente a otras democracias.

Nuestro congreso, por otro lado, es costoso. No tengo datos de costos de funcionamiento de otros congresos y parlamentos bien en comparación con el PIB, número de representantes o número de habitantes. Si alguien los tiene le agradezco que me los facilite.
Podemos tomar el sentimiento fácil de decir que necesitamos menos representantes para que haya menos pÃcaros en el congreso, pero ¿podremos garantizar que los que saldrán elegidos serán los menos pÃcaros? O, por el contrario, estaremos entregando a menos polÃticos el poder de repartirse su cuota burocrática (es decir más cuota por afortunado representante).

Tenemos 268 congresistas (incluyendo los 166 representantes a la cámara) pero en ese orden de ideas los suecos tienen 349 parlamentarios y los alemanes 622 (más 69 consejeros).
¿Qué hay de los movimientos alternativos? Menos congresistas implica mayores trabas para que un movimiento alternativo obtenga una representación, pero, tal vez, esto no es problema: muchos de los movimientos alternativos pueden no ser suficientemente representativos.
Entonces tendremos menos congresistas y esto significará menos pÃcaros. ¿Por qué no llevar el razonamiento al extremo y prescinidir completamente del congreso? No más escándalos en el congreso. No más pÃcaros legislando y emitiendo reformas a beneficio propio.
Ese serÃa un nuevo modelo de estado. SerÃamos pioneros. ¿No?
No. Ese modelo de estado ya existe y tiene un nombre: dictadura.
En teorÃa en una democracia representativa como la letra dice que es la colombiana, existe un congreso o parlamento donde el constituyente delegado (parlamentarios, senadores, representantes a la cámara o como querramos llamarlos) representan al constituyente primario (nosotros, los ciudadanos).
Si el problema es que nuestros representantes no nos representan. Si el problema es que nuestros representantes son costosos y roban. Si el problema son las personas que nosotros elegimos porque no responden a nosotros, los ciudadanos, entonces el problema no es el número.
Nuestros representantes deben representarnos y no todos lo hacen. O tal vez sÃ. En mi caso personal el senador que elegà fue de los que votó no a redacción final de la Reforma a la Justicia (tendrÃa que ver qué participación tuvo en los demás debates). Tal vez nuestros senadores y representantes a la cámara sà representen al paÃs que los eligió y que los problemas de corrupción y legislación a nombre de intereses propios e intereses privados no sean más que un reflejo de lo que somos en conjunto los ciudadanos de nuestro paÃs.
No pretendamos que con sólo disminuir el número de nuestros representantes vamos a estar mejor representados. Esa es una solución facilista y retórica. Lo que debemos preocuparnos es que nuestros representantes nos respondan por sus actos. Tal vez el ajuste en el número sea necesario pero esa no es la solución.