Mi día de la raza


Por mis venas corre sangre amerindia.  Tal vez amerindias sean mis mitocondrias pero no estoy tan seguro.  Hace 500 años cuando los europeos llegaron a lo que hoy es Colombia los conquistadores empreñaron a las mujeres de la tierra creando generaciones de mestizos bastardos, pero más adelante, cuando la colonia se asentó, llegaron también mujeres españolas que para defender a sus hijos promovieron leyes que estratificaban las clases sociales por cuánto porcentaje de sangre india tenía cada persona.  Por pura intuición fenotípica supongo que las mitocondrias de mi padre son amerindias pero las de mi madre son españolas.

Por mis venas corre sangre africana, pero igual no puedo estar seguro de que hace 500 años mi cromosoma Y se encontraba en África o en Europa.  Mi abuelo fue un negro antillano, descendiente de los esclavos que el Imperio Británico importó a las Américas para cultivar caña de azúcar.  Pero en la historia de la esclavitud negra por los británicos hay muchos casos de hijos mulatos que se asimilaban a la población esclava y negra.  Tal vez algún inglés de apellido Thompson llamó así a sus hijos mulatos.

Por mis venas corre sangre española.  España como unidad política no existió antes de 1707 cuando los borbones se hicieron al trono de los reinos asociados a Castilla y a Aragón.  Antes de 1492 España era un genérico para referirse a los reinos cristianos de la península Ibérica en contrasta a los reinos musulmanes que conformaban Al-Ándalus.  Estos reinos cristianos se habían convertido en tres coronas principales: la de Portugal, la de Castilla y León y la de Aragón y Navarra.  Fue Castilla y León la que conquistó y colonizó a la América Hispánica, en unión personal con la corona de Aragón y Navarra cuyo interés principal fue pelear guerras santas en el Mediterraneo.  Salvo un breve período bajo Felipe II, Portugal se mantuvo al margen.

Entre los años 711 y 715, los musulmanes provenientes del norte de África conquistaron la península Ibérica con excepción de Asturias.  Durante su reinado la península fue parte del mundo musulmán intercambiando conocimientos, artes y personas con el resto de la civilización árabe.  Por los siguientes 780 años moros y cristianos pelearon por el control de pedacitos de la península (y los cristianos peleaban entre sí creando distintos reinos, así el reino de León se escindió de Asturias, y Castilla se escindió de León (y finalmente Castilla se hizo al control de León y de Asturias)).

Mujer Xhosa y su hijo, mostrando razgos claramente distintivos de los negros africanos. Se cree que los Xhosa habitaron la mayor parte del África subsahariana antes de ser invadidos por los negros provenientes del Sahel y el Noroeste africano.

Iberia siempre fue un lugar de paso.  Probablemente los cromagnon provenientes de África conquistaron a Europa occidental pasando por la península Ibérica.  Los africanos cartagineses descendientes de los medioorientales fenicios disputaron a Hispania con los romanos.  España es tan europea como es africana, y es aquí donde debo aclarar: África no siempre fue negra y aun hoy no lo es.  Cuando hablaba de mis trazas de sangre africana hablaba de sangre negra africana, pero sin duda también tengo sangre caucásica africana y sangre caucásica europea.

Hoy hay voces que piden que no celebremos el descubrimiento de América hace 520 años, porque más que un descubrimiento fue un exterminio.

Pero no fue a mis ancestros (ni a la de ninguno de nosotros) a los que exterminaron.  Soy (somos) el producto de ese choque entre pueblos donde muchos murieron pero donde nuestros ancestros sobrevivieron lo suficiente para parirnos.  Entre mis ancestros estará el hijo bastardo de un español que violó a una india muisca (tal vez más de uno) así como el hijo criollo de un matrimonio de castellanos que se asentaron en alguna pequeña ciudad del Nuevo Reino.

Entre mis ancestros estará el producto de la violación de un moro africano a una mujer visigoda, esta, a su vez descendiente varias generaciones atrás de un bárbaro godo (germánico) que tomó por la fuerza a una mujer romana, descendiente de un soldado itálico que violó a una mujer íbera.

Los mismos muiscas fueron producto de la conquista de pueblos chibchas sobre anteriores tribus amerindias, y el áfrica negra que aflora en mi piel es el resultado de guerras y conquistas de una población que se originó en el Sahel y de ahí se extendió hasta dominar casi toda el África subsahariana.

Primer desembarco de Cristóbal Colón en América, obra del pintor español Dióscoro Puebla

El 12 de octubre de 1492 un grupo de europeos pisaron unas islas en las Bahamas.  Algunos murieron antes de regresar pero los que regresaron contaron sus historias al resto de Europa y esto llevó a que más europeos vinieran, se asentaran y desplazaran una gran parte de la población indígena de América.  No fue un proceso sistemático de exterminio sino el encuentro entre pueblos con distintos bagajes tecnológicos (escritura v/s tradición oral, acero v/s oxidiana, pólvora, etc.) y biológicos (caballos, gérmenes).

Antes de las ideas del humanismo, el resultado de tal encuentro entre pueblos podría pensarse inevitable.  Ahora, es muy fácil juzgar desde este humanismo del siglo XXI lo que nuestros ancestros hicieron con nuestros ancestros a la luz de los memes del siglo XV, XVI y XVII.  A veces con un discurso en el que nos identificamos con los hermanos de nuestros ancestros que no sobrevivieron como si nuestros ancestros genéticos hubieran sido un pueblo aparte del que somos.

No celebro hoy el descubrimiento de América porque lo que hizo esa expedición que llegó a las Bahamas hace 520 años fue más un hecho fortuito que se consolidaría en los años subsiguientes.  No celebro el encuentro de dos mundos porque más que un encuentro fue un choque que devastó a casi todos los pueblos que vivían originalmente a este lado del charco.  No celebro los 520 años de resistencia porque no hubo tal resistencia continuada.  No condeno tampoco a mis ancestros porque eso sería imponer mi mentalidad liberal y humanista actual a personas que tenían pocas opciones diferentes.

Ver el 12 de octubre como día de la raza es, sin embargo, una reflexión sobre lo que es mi raza y, en últimas, sobre el absurdo que es etiquetarnos y separarnos por unos pocos rasgos externos como el color de la piel o el tamaño de los ojos.

Pero igual no importa porque lo verdaderamente importante en Sudamérica hoy son cuatro partidos de fútbol.


2 respuestas a “Mi día de la raza”

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