
Se acaba octubre de 2013 con una noticia triste. Inició octubre de 2013 con una noticia triste.
El accidente de mi hermana fue un pequeño abrebocas: el 1º de octubre frenó en seco en su bicicleta para evitar chocar a un peatón que cruzó sin mirar.  Fractura de rótula que todo parece indicar no necesitará de cirugÃa.

El 2 de octubre fallece mi suegra, la mujer que en gran medida crió a mis hijos cuando estos eran más pequeños y a quien en abril del presente año le detectaron unas masas en el cerebro.  A veces no sé si el rápido deterioro fue por culpa de la enfermedad o si las hospitalizaciones influyeron, pero finalmente el miércoles 2 de octubre su cuerpo no dio más, tras varios dÃas de apenas responder a estÃmulos fÃsicos.
Mi abuelita Ana también venÃa enferma, y el pasado 29 de octubre, cuando pasé a saludarla por última vez sentà que en cierta forma ya se habÃa ido y que apenas quedaba su cuerpo respondiendo a estÃmulos fÃsicos básicos como el reflejo de comer cuando le mojaban sus labios, y quejándose del dolor.
Esta mañana falleció.
Y a veces no sé si desde mi distimia este sentimiento de tristeza sea por todo lo que ha venido pasando o por que se espera que este sea mi estado de ánimo.
Pero no ha sido un buen octubre.