Tras el terremoto de Haità en enero de 2010 escuché muchas voces denunciando el hecho de que el gobierno de facto (quien garantizaba el orden público, distribuÃa las ayudas, organizaba a los escuadrones de rescate, etc.) era el ejército de los Estados Unidos y no las autoridades haitianas. Pero esas crÃticas no llegaban a la descalificación del hecho. Las crÃticas venÃan de una declaración de principios antiimperialistas pero parecÃan razonables en reconocer que de otra forma no hubiera funcionado.
Tal vez las crÃticas más duras venÃan del propio interior de los Estados Unidos y no por el temor imperialista sino por los recursos gastados, -aunque, igual, esas personas parecÃan reconocer que si no se actuaba asà tendrÃan luego a sus puertas un problema de refugiados—. Continue reading