Estaba pensando si escribir sobre un tema serio de filosofÃa polÃtica o de actualidad nacional, sobre un tema más personal, o sobre un tema frÃvolo. Hoy ganó el tema frÃvolo: mis amigas que en el Facebook no tienen en su perfil una foto propia sino la de sus hijos. (Bueno, amigas y amigos.)
Quienes me conocen a fondo saben que puedo llegar a ser bastante quisquilloso a veces, con cosas triviales sobre como las cosas deberÃan ser. Personalmente creo que la foto del perfil debe ser una foto identificable de la persona, no una foto de la mascota, ni del marido (o la marida), ni caricaturas, ni un afiche promocional de la empresa, ni paisajes, ni grupos, etc. sino una foto de la persona. La principal razón de la foto es que podamos reconocer a nuestros amigos cuando los buscamos o cuando publican historias en el Facebook. Facebook significa, precisamente, libro de caras.
Pero, no porque yo crea que asà deben ser las fotos de perfil de Facebook, significa que ustedes o mis amigos deban hacerme caso. Finalmente yo también he puesto como imagen de mi perfil ocasionalmente imágenes que no son fotos identificables mÃas. En el MSN uso una bandera de Colombia de una foto que le tomé al ARC Gloria. En Hi5 tengo una foto de grupo. El 6 de marzo de 2008 reemplacé mi foto de perfil de Facebook por un afiche de Luis Carlos Galán.
Pero al menos sà hay un punto donde deberÃamos cuidarnos y es poner a nuestros hijos como nuestra propia imagen. SÃ, estamos muy orgullosos de ellos. Son la razón de nuestras vidas. Hemos renunciado a ser nosotros mismos por convertirnos en una extensión de ellos. En fin. Somos ellos.
Pero ¿si tanto los queremos, por qué los exponemos tanto?
A decir verdad no deberÃamos publicar en forma, valga la redundancia, pública y promiscua a nuestros hijos. Si tenemos un álbum de Facebook dedicado a ellos, deberÃamos mirar en las opciones de privacidad para saber quienes pueden ver o no a nuestros preciados tesoros, a nuestras vidas y, definitivamente, no deberÃamos ponerlos en el lugar más público de todos: poniéndolos como nuestra propia identidad.
Ya, si queremos mostrar que nuestro cónyuge es más importante que nosotros mismos, que la razón de nuestra vida es nuestra mascota, que no nos creemos lo suficientemente fotogénicos como para poner nuestra foto y ponemos entonces un paisaje o una caricatura, valga y venga. Pero antes que publicarlos deberÃamos proteger a nuestras razones de vida.
108 respuestas a “Nuestras caras en el Libro de Caras”
Pantalon de bolita
Estoy completamente de acuerdo. Comparto su neurosis sobre el tema de la foto de perfil. Me parece muy lindo que estén orgullosos de sus hijos, novios, esposos o mascotas … pero por simple cuestión de cortesÃa deberÃan dejar la foto del perfil de ellos con una foto de ellos. Es que es su perfil, maldita sea.
También de acuerdo con el sentido común con la privacidad. No añado de amigos sino que gente que conozco y en la que podrÃa tener cierto nivel de confianza. Y con todo y eso, tengo la privacidad restringida (como 10 grupos) y solo a personas de entera confianza les dejo ver cierta información. Más que por seguridad, es por sentido común. El menos común de los sentidos.
Pero mejor ni lo digo muy duro, no sea “se deliquen” como los de twitter.
@Patton:
es común en el colombiano confundir la crÃtica constructiva o las observaciones con un ataque. Su artÃculo me pareció más útil por lo que dice de Twitter y sus posibilidades que como manual psicorrÃgido de cómo tuitear, al punto que lo he recomendado a mis amigos no tuiteros.
Saludos.
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